PRESBICIA O VISTA CANSADA

Publicado el 23 de mayo de 2024, 18:24

Qué és la presbicia:

La presbicia es una condición ocular común, suele aparecer a partir de los 40 años. Se caracteriza por la dificultad para enfocar objetos cercanos debido a la pérdida gradual de elasticidad y acomodación del cristalino.

Al ser una pérdida gradual, a veces no nos damos cuenta pero sí empezamos a padecer sus primeros síntomas.

Síntomas:

Los síntomas de la presbicia incluyen dificultad para leer letras pequeñas, necesidad de alejar los objetos para verlos claramente, estirar los brazos, ampliar los caracteres de las pantallas o acercarse a la luz para leer, incluso, a veces fatiga ocular o dolores de cabeza después de realizar tareas que requieren visión cercana.

Causas:

La presbicia ocurre como parte del proceso natural del ojo.

A medida que pasan los años el cristalino, se vuelve menos flexible y pierde su capacidad enfocar objetos a diferentes distancias.

Esta pérdida de elasticidad impide el enfoque adecuado en objetos cercanos.

Cómo se evalúa la presbicia:

Evaluámos la presbicia con un Examen Visual Completo.

Durante el Examen Visual, nuestro Optometrista evaluará tu capacidad para enfocar objetos a diferentes distancias con varias pruebas diagnósticas, observará la transparencia de los medios oculares, fondo de ojo ... y comprobar que todo está en perfecto estado. Valorará la pérdida y la calidad de visión para poder ofrecer la mejor solución visual. Y te ofrecerá unas pautas de higiene visual para que estés cómodo.

Porque no todos nuestros clientes realizan el mismo trabajo,  ni las mismas actividades diarias, por lo tanto, nos preocupamos por cada uno de ellos, ofreciéndole  la mejor solución visual.

Lo más importante para nosotros, como opticos-optometristas es cuidar de vuestros ojos, que veais bien, que estéis cómodos visualmente y para evitéis la fatiga visual.

Soluciones visuales para la presbicia:

Ambos ojos, tienen pérdida de enfoque y muchas de las veces suele ser distinta en cada ojo. Por ello, corregimos en dioptrías, que relajan la visión y nos proporcionan una buena calidad de visual para ver objetos nítidos. Para que podamos estar cómodos y ver bien con ambos ojos abiertos, valoramos el equilibrio binocular y te damos la mejor solución que se adapte a tus necesidades.

Hay muchas formas de compensar la presbicia. En cuanto a las gafas, no todas ofrecen el mismo nivel de comodidad ni el mismo atractivo estético:

Las lupas típicas que venden hechas, ofrecen un efecto lupa, aumentando la imagen vemos mejor y aparentemente parece una solución al problema pero no es la mejor solución, los detalles los vemos más grandes pero no tienen en cuenta la nitidez del material y pueden provocar síntomas como fatiga visual y dolor de cabeza.

Las gafas de lectura con lentes oftálmicas, compensan la presbicía con dioptrías,  pero sólo cumplirán la función de ver a una sola distancia, con lo cuál no permitirán una visión clara más allá de la visión de cerca. Por tanto, es necesario quitarse las gafas para ver a distancias intermedias o de lejos.

Hay lentes específicas para realizar actividades como ordenador y cerca, y son muy cómodas para esas actividades pero hay que quitarlas cuando estamos al aire libre, conducir o para ver la televisión, porque solo nos ofrecen una distancia de visión buena hasta 2-4 metros, según lentes.

Las lentes progresivas son la solución más cómoda para corregir la presbicia. Permiten recuperar una visión natural a todas las distancias, ya sean cercana, intermedia o lejos, con una sola gafa. Puede llevar sus gafas en cualquier actividad cotidiana sin tener que hacer malabarismos para pasar de un par de gafas a otro. 

Actualmente , existen diferentes tipos de lentes progresivas llegando a lentes con máxima personalización o a medida, que aportan mayor confort y calidad visual. Dependiendo de cada paciente, como optometrista te ayudamos a elegir la mejor gafa progresiva que defina tu estilo, vida cotidiana y cuidando tu economía. 

Historias de personas con presbicia:

Historia de Jose: "Me di cuenta de que necesitaba gafas cuando, a los 45 años, empecé a tener dificultades para leer el menú en los restaurantes, pesadez al leer con el móvil. Al principio fue frustrante, pero encontrar la solución correcta ha hecho una gran diferencia. Ahora, puedo ver la carta del restaurante sin alargar el brazo e incluso puedo estar delante del ordenador y móvil sin fatigarme."

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